Negociar, verbo inexistente para la Consejería de Educación

En la mañana de hoy, 18 de mayo, ha tenido lugar la primera reunión de Mesa Sectorial de negociación del sector de Enseñanza pública desde que el nuevo equipo se hizo cargo  de la Consejería hace cerca de un año.

Durante todo este tiempo, la Consejería ha prescindido absolutamente del marco legal reconocido para tratar las cuestiones relacionadas con las condiciones laborales del personal docente.   Siendo este hecho grave en sí mismo, se acrecienta si se tiene en cuenta las circunstancias extraordinarias en las que se está desarrollando este curso desde el pasado mes de marzo con motivo de la pandemia del COVID 19, pues, al ejercer la docencia a distancia, se han desregulado sus condiciones de trabajo de forma radical.

Hay que recordar que, para llegar a esta convocatoria, ante la inexistente voluntad por parte de la Administración de convocar la Mesa Sectorial de Educación, todas las organizaciones sindicales presentes en dicha Mesa la solicitamos por Registro el pasado 26 de abril. Transcurrido casi un mes, se nos convoca sin tener en consideración ninguno de los puntos a abordar que habíamos presentado desde la parte social/ sindical. Al contrario, se nos ha presentado desde la Consejería un documento centrado en los pasos a dar durante el proceso de desescalada  para la fase  2 a partir del día 25 de mayo que, además de las carencias e incongruencias denunciadas por SUATEA, ya había sido presentado con anterioridad en otros ámbitos.

Nos parece preocupante, y así lo ha denunciado SUATEA en su intervención, que la Consejería desconozca el espacio correspondiente a la Mesa Sectorial. Tenemos la impresión de que esta Administración intenta jugar al despiste para evitar una verdadera negociación. Se ha reunido con la patronal de la escuela concertada, informa a través de la prensa, toma como interlocutores a unos comités de dirección de los centros educativos, que es un organismo inexistente en términos legales, todo salvo convocar la Mesa Sectorial y negociar con los sindicatos las nuevas condiciones laborales del profesorado. Su juego es hacer usurpación de funciones a la Mesa Sectorial porque de ese modo evita hablar de lo fundamental, la preparación de las condiciones para el inicio del curso 2020-21 en términos de medidas de seguridad, distanciamiento social, ratios en las aulas, refuerzo de plantillas, refuerzo de financiación necesario, etc. 

Por el contrario, hoy hemos visto cómo se presentan a una reunión de MS con un documento cerrado que poco tiene de negociación. En el mismo, que hemos rechazado por unanimidad todas las fuerzas sindicales, se imponen medidas que desde SUATEA consideramos que son, como mínimo arriesgadas.  La Consejería viene descargando la toma de decisiones, y por lo tanto la asunción de responsabilidades en los equipos directivos. Acogiéndose a la autonomía de los centros, se trasvasa a quienes ejercen las Tutorías la responsabilidad de organizar y coordinar la adaptación de programación para este atípico final de curso. Ahora se pretende que sean los equipos directivos los encargados de organizar una desescalada arriesgada regulando el retorno a los centros, la compra de material de protección a cargo de  los presupuestos ya exiguos de los centros, la reincorporación del profesorado y su horario de atención al alumnado, la organización de los espacios, etc.

Desde SUATEA hemos insistido en nuestra oposición a la reapertura de los centros y la vuelta a la enseñanza presencial porque no se dan las condiciones sanitarias y porque la vuelta a la actividad lectiva conlleva más riesgos que beneficios; es una medida imprudente, e incluso temeraria, porque no podrá garantizar la salud de la comunidad educativa, y por extensión, de toda la ciudadanía.La apertura de las aulas para tres o cuatro semanas no aporta nada porque el profesorado ya está organizado ejerciendo docencia a distancia, ya está readaptado, ya ha modificado sus programaciones y su forma de trabajo.  Nos preocupa que esta decisión, que consideramos errónea, pueda conducir a posibles contagios, del mismo modo que vemos con disgusto que el retorno del alumnado, incluso el de menores de edad, se plantee de forma voluntaria, sin ni siquiera pedir cita previa, consolidando una doble jornada presencial y telemática para el profesorado.

La Consejería ha demostrado, en esta MS, el escaso, por no decir nulo, respeto que tiene a los representantes legales del profesorado de la escuela pública al no abrir una negociación real y convertir esa reunión en otra meramente informativa de un documento que ya está en poder de los centros educativos, de la escuela concertada y de la prensa.

Uviéu 18 de mayo de 2020