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Oposiciones docentes. La Consejería nos exprime física y mentalmente

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Como todos los años, cuando comienza el desarrollo de los procesos selectivos, nos llegan a SUATEA numerosas quejas por parte de docentes que constituyen los tribunales de oposición.  En Asturias, la selección de los cuatro vocales titulares y cuatro suplentes que componen cada tribunal se lleva a cabo mediante un sorteo en el que participa casi toda la plantilla de personal funcionario de carrera. Docentes en situación de servicio activo que, a las funciones propias de final de curso -especialmente cargadas de tareas burocráticas: correcciones, evaluaciones, calificaciones, elaboración de boletines, informes y contactos con las familias- deben sumar las reuniones, gestiones y, en algunos casos, horas extra de formación necesarias para llevar a cabo su cometido como miembros de tribunal. Se trata de un periodo con elevado estrés laboral al que se añade la tarea de formar parte de unos tribunales que, en los últimos años, comienzan a su actividad antes de que se produzca el final de las clases con el alumnado.

Algunas de estas tareas repercuten, especialmente, en quienes ostentan los cargos de Presidencia y Secretaría con sesiones de formación, planificación temporal de los procesos de selección, organización de espacios y toma de actas de cada jornada para garantizar el correcto funcionamiento del proceso selectivo.

Como resultado de esta doble tarea simultánea, se producen alteraciones en el funcionamiento de los centros al faltar, por un lado, el grupo de personas interinas que, a su vez, se presentan al proceso selectivo y, por otro, el personal funcionario que conforma los tribunales.

El inicio y desarrollo del proceso selectivo se convierte, para los miembros de cada Tribunal, en un difícil cometido al que no se pueden oponer y si lo hacen, o transmiten alguna queja, desde la Consejería se les recuerda que se pagarán los servicios prestados. Ya se sabe,… con el dinero se pueden comprar muchas voluntades aunque, de antemano, nunca se sepa ni cuánto, ni cuándo se va a cobrar.

En las últimas convocatorias, se ha adelantado el inicio del proceso selectivo con la idea que éste finalice antes de que acabe el mes de julio. Aunque no es oficial, porque hay cosas que nunca se dejan por escrito, este año se habla de instrucciones para que todo esté finalizado el día 15 de julio. Para cumplir con esta fecha, se está forzando a los Tribunales a trabajar a un ritmo que rebasa, con mucho, lo que es una jornada laboral regular de 8 horas, llegando a organizar lecturas de hasta 16 opositores por día. Si a esto añadimos el tiempo de desplazamiento hasta las sedes, más el necesario para cumplir con las tareas burocráticas diarias, es fácil escuchamos testimonios que relatan jornadas laborales superiores a las diez horas.

Resulta imposible mejorar la planificación para reducir las jornadas cuando no hay plazo suficiente para finalizar los procesos. Desde la Consejería se minimiza el esfuerzo a realizar y se alude siempre a que será un trabajo retribuido. Lo que no se anuncia públicamente es que, a diferencia de otros años, no se pagarán las horas de formación; o que acabando a mitad de julio, se logra un significativo ahorro en concepto de dietas e itinerancias.

Se alude a la profesionalidad de los miembros de los Tribunales para cumplir con su cometido, pero se obvia plantear cuáles son las condiciones en las que deben afrontar un trabajo en el que hay que decidir sobre el futuro laboral al que optan varios miles de personas que han estado, a su vez, trabajando durante todo el curso y preparando las oposiciones al mismo tiempo.

Desde SUATEA queremos denunciar esta situación que solo podemos calificar de explotación laboral.  Condenamos enérgicamente las condiciones laborales que se imponen en este proceso y anunciamos que, como sindicato, tomaremos las medidas oportunas para intentar que este ataque a los derechos laborales del profesorado no quede indemne, como en años anteriores, y evitar, así, su cronificación.

Por ello, pedimos a los tribunales que reflejen en sus actas las horas de entrada y salida de cada aspirante. Que quede constancia, de forma oficial, de la explotación ilegal a la que la Administración condena a sus trabajadoras y anunciamos que estamos recogiendo el máximo de información disponible para valorar si procede la presentación de una denuncia ante la Inspección del Ministerio de Trabajo. No podemos tolerar que una tarea de tanta trascendencia se realice en unas condiciones laborales que no sean las óptimas para garantizar el adecuado desarrollo de un proceso selectivo en el que se juega con las aspiraciones a un puesto de trabajo de miles de personas.

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