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La publicación del borrador currículo de ESO y su envío a los centros educativos y a los sindicatos por correo electrónico muestra nuevamente la desfachatez de la Consejería respecto a un tema que está generando inquietud entre la comunidad educativa.
El proceso ha carecido de transparencia y la comunidad educativa ha quedado al margen del debate sobre la implantación de la LOMCE en secundaria.
Recordamos que el próximo curso entrarían en vigor el resto de cursos de primaria- ya se comenzó a implantar en 1º, 3º y 6º de primaria- y en 1º 3º de ESO y 1º de Bachillerato.
La Consejería de Educación, a pesar de sus proclamas anti-LOMCE, ha presentado un borrador de currículo que aplica casi mecánicamente lo planteado en dicha Ley. Esta aplicación conlleva trastocar la organización de los centros educativos, modificar las programaciones docentes, cambiar la organización de los diferentes cursos, con el consiguiente incremento de las tareas burocráticas que vendrían a empeorar sustancialmente las condiciones laborales del profesorado, que ya en la actualidad está totalmente saturado por la obligación de destinar buena parte de su tiempo a cuestiones que nada tienen que ver con la tarea docente.
Entre las medidas que la Consejería pretende aplicar sin intentar siquiera minimizar el impacto de la LOMCE están el segregar al alumnado ya a partir de 1º de la ESO, con los Programas de Mejora del Aprendizaje y el Rendimiento (sic), establecer itinerarios y una segregación precoz del alumnado, orientarlo hacia vías educativas sin futuro o implantar reválidas que pretenden seleccionarlo, o establecer estudios de religión con carácter evaluable…
La juventud asturiana será la que sufra esta falta de voluntad política de parar los efectos de una Ley que posiblemente será derogada en menos de un año. Pero el daño, si no se paraliza su aplicación, será irreparable.
En estos momentos de vísperas electorales que auguran cambios sustanciales en el panorama político asturiano y estatal, la Consejería opta por la sumisión total a las políticos marcadas por el ministro Wert. En ese sentido, SUATEA exige a la Consejería que paralice la aplicación del currículo de Enseñanza Secundaria Obligatoria y Bachillerato, de cuyo currículo por cierto sigue sin saberse nada.
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