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Las Consejerías de Educación y de Derechos Sociales y Bienestar del Principado de Asturias avisan a escasas semanas de finalizar el año que a la vuelta de las vacaciones de Navidad el alumnado y el profesorado del CP Virgen de las Mareas deberán trasladarse al vecino Jardín de Infancia Jardín de Cantos (0-3 años) con quienes deberán compartir espacios. El aviso se realiza de manera telefónica y sin apenas explicaciones a ambas direcciones. Y además lo hace aprovechando la cercanía de las Navidades con la intención de evitar, o al menos minimizar, las protestas que entiende se vayan a producir.
La Consejería aduce que el traslado se debe a que por ley no pueden convivir en el mismo espacio los menores del colegio con el alumnado, mayor de edad en la mayoría de los casos, del CIFP del Deporte, si bien esta situación lleva produciéndose 4 años, desde que Consejería decidió instalar la FP en las instalaciones del CP Virgen de las Mareas. Nos encontramos ahora con que, para no infringir la norma, el departamento de la señora Espina incumple otra, pues tampoco es legal que niños de Primaria e Infantil (3-12 años) compartan espacio con bebés de 0-3 años sin las pertinentes adaptaciones en sus instalaciones, cosa que ni se ha realizado ni está previsto se vaya a hacer.
Además, la calidad educativa de ambos centros se vería sustancialmente mermada de llevarse a cabo este cambio planteado. La pérdida de espacios para el alumnado de 0-3 años que tendrían que ceder para que se instalase el alumnado de Primaria haría que niños y niñas del primer ciclo de infantil tuvieran que pasar 8 horas en el mismo espacio donde deben jugar, comer y echar la siesta, y logísticamente sería inviable poder limpiar y desinfectar el espacio después de las comidas estando ellos dentro. Así mismo, los ruidos normales de las aulas de un centro de Primaria interferirían en los ciclos vitales de estos alumnos tan pequeños, por no hablar de que el proceso de adaptación al espacio y a las rutinas que habían ido adquiriendo desaparecerían y habría que comenzar de nuevo. Es por ello que ya se tiene constancia de la voluntad de algunas familias de sacar a sus hijos e hijas del Jardín de Cantos.
El Colegio Publico Virgen de las Mareas en su nueva ubicación también perdería espacios: no dispondría de biblioteca ni de pistas deportivas, por poner solo algunos ejemplos. Lo más hiriente de esta situación es que, mientras la Consejería constriñe el espacio reduciendo la calidad de estos dos centros públicos, vemos como en los alrededores gozan de una salud impecable tres centros privados-subvencionados (los mal llamados concertados), como son el Colegio Santo Ángel, Colegio Paula Frassinetti (Doroteas) y el Colegio Santo Tomás.
Con esta despreciable actuación de ¿improvisada? fusión, Educación y Derechos Sociales, degradarán las condiciones espacio-ambientales de estos dos centros educativos públicos dejándolos arrinconados hasta que mueran por inanición. Esto no hace más que beneficiar a la escuela privada subvencionada, que bien podría estar ahora mismo frotándose las manos pensando ya en abrir plazas 0-3 y nuevas líneas en Primaria y Segunda Etapa de Educación Infantil. Con esta forma de actuar, nuestra Consejería se retrata claramente como favorecedora de la red de enseñanza concertada, mientras descaradamente pisa y ningunea a la educación pública.
Desde SUATEA queremos mostrar nuestro apoyo a las familias, a los trabajadores y a los equipos directivos de ambos centros, además de exigirle a la Consejería de Educación que recapacite, se siente a hablar con la comunidad educativa y busque soluciones, que en sentido contrario del camino emprendido, dignifiquen y mejoren la educación pública.
El Secretariado de SUATEA
N’Uviéu a 18 de diciembre de 2024
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