Estrategias en materia de salud escolar

Estrategias en materia de salud escolar:
otro despropósito de la Consejería de Educación con la colaboración de la Consejería de Sanidad

Las Consejerías de Educación y Sanidad han acordado una serie de estrategias respecto a la salud escolar que han sido publicadas por medio de una resolución conjunta de las dos consejerías y que abordan temas muy importantes en la vida escolar.

La salud de nuestro alumnado es una preocupación constante en los centros educativos. La falta de personal en todos los ámbitos, particularmente el sanitario y el educativo también lo es.

En los últimos tiempos asistimos a un intento de que sea el profesorado de los centros públicos los que asumamos toda una serie de tareas que deberían ser realizadas por otros profesionales de diversos ámbitos.

En muchos países de nuestro entorno, como es el caso francés, el personal que trabaja en un centro educativo dobla en número al de trabajadores en un instituto o colegio público en Asturies. En un instituto público con un número de alumnos o alumnas similar a nuestros IES, este es el personal con el que cuentan.

Y nos referimos únicamente al personal de gestión sin carga docente, no al profesorado ni al personal laboral ocupado en múltiples tareas desde la reprografía a la limpieza pasando por el personal de cocina o ayudantes de laboratorio y que dependen de los mencionados aquí arriba.

Pero en el caso de nuestro gobierno se pretende que sea el profesorado quien se ocupe de todas las tareas imaginables en los centros educativos. Y en esta Resolución conjunta de las dos consejerías esto es lo que se pretende. Seguir engrosando la lista de tareas a encomendar a los docentes mientras miles de personas siguen en el paro y buena parte de nuestra infancia y juventud se halla en una situación de indefensión más propia del siglo XIX. La malnutrición se instala entre nuestros jóvenes procedentes de familias azotadas por la crisis sin que los poderes públicos muevan un dedo para paliarlo. Los comedores escolares con cocineras y cocineros fueron sustituidos en muchos de los centros donde aún se mantienen por servicios de catering, es decir, de comidas cocinadas con horas de antelación y servidas por personas con contratos superprecarios.

En vez de plantear la vuelta a los comedores escolares con cocinas donde se garanticen menús de calidad y cocinados con productos locales por profesionales cercanos que conozcan al alumnado, se sigue mareando la perdiz con estrategias que no ponen en cuestión el actual sistema.

El gobierno reconoce las carencias que en materia de salud presenta el sistema actual. Pero en vez de adoptar soluciones razonables pero con coste, opta por sobrecargar a los docentes obviando la necesaria creación de puestos vinculados al sector médico, de enfermería, de asistentes sociales, entre otros, que deberían formar parte de las plantillas de los centros educativos.

Es totalmente irracional, como se pretende con esta resolución, dejar en manos de personas que carecen de formación tareas relacionadas con la salud de nuestra infancia y juventud. Se puede producir situaciones que la pongan en peligro precisamente. La Consejería pretende suplantar la formación que recibe el personal sanitario con unos cursillos para el profesorado totalmente insuficientes con los que la Consejería pretende cubrirse las espaldas en vez de asumir su propia responsabilidad.

Las medidas contenidas en la resolución mencionada en ningún momento fueron negociadas en la Mesa Sectorial de Educación ni se informó de las mismas a la Junta de Personal Docente. El hartazgo entre el profesorado crece en este final de curso, caracterizado por las ocurrencias y por el desprecio que esta consejería muestra hacia su personal docente.