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DÍA INTERNACIONAL DE ACCIÓN POR LA SALUD DE LAS MUJERES
Desde hace más de tres décadas, se ha establecido el 28 de mayo como Día Internacional de Acción por la Salud de la Mujer.
La AMS (Asociación de Mujeres para la Salud) ha comprobado que el sistema médico tradicional resulta insuficiente y poco efectivo para las mujeres porque está basado en parámetros androcéntricos masculinos considerados “tipo” que no tienen en cuenta cómo influye en la salud el factor de género. Asimismo, la AMS denuncia que el sistema nacional de salud ofrece principalmente psicofármacos y analgésicos para aliviar el malestar, sin profundizar o buscar soluciones alternativas desde una perspectiva psicosocial de género. El resultado es que se consigue aplacar o enmascarar los síntomas sin abordar la raíz del problema y, por tanto, sin aportar una solución a largo plazo. Un ejemplo paradigmático es el diagnóstico que se hace de la angina de pecho: muchas mujeres que sufren esta afección no son diagnosticadas ni consecuentemente tratadas, porque sus síntomas pasan desapercibidos al difierir de la presentación clásica, es decir, la masculina, cuya sintomatología es ampliamente conocida y reconocida.
¿De qué manera nos afecta a la salud de las mujeres el mandato de género?
- La educación emocional que recibimos desde que nacemos, cuando está basada en creencias que responsabilizan a la mujer del cuidado de los demás y la culpabilizan en caso de no cumplir adecuadamente esa “su misión en la vida”, da lugar a la aparición de emociones negativas como el miedo y la vergüenza que nos causan problemas de salud mental y física.
- Las mujeres sufrimos una presión terrible sobre nuestros cuerpos. La imposición patriarcal sobre el modelo de belleza arrasa autoestimas y desgasta la salud las mujeres en una lucha constante por conseguir el cuerpo ideal.
- Desde que nacemos podemos observar por doquier sistemas de dominación masculina y sumisión femenina que interiorizamos con naturalidad y permiten la perpetuación de los mismos.
Contra esta construcción del género femenino que nos oprime y nos enferma es más necesario que nunca abordar la alfabetización feminista; una coeducación que dote de las herramientas necesarias para detectar las consecuencias de esa construcción de género impuesta por una socialización sexista, con sus relaciones de subordinación que justifican las violencias, generan culpas y provocan enfermedades que solo padecen las mujeres.
“La construcción del género femenino[…] impide la construcción de la autonomía personal, del “YO” individual, el sentido propio de la vida, que es esencial para la salud integral y para el bienestar de cualquier ser humano” (Marcela Lagarde, 2005, en Claves feministas para mis socias de la vida).
28 de mayo de 2019
Secretaría de la Mujer de SUATEA
Organización de Mujeres de la Confederación Intersindical
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