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- Las últimas subidas salariales, algunas de ellas aún sin aplicar, son totalmente insuficientes y siguen sin recuperarse las pagas extra íntegras.
- Hay que subsanar la pérdida de poder adquisitivo del profesorado, mediante un acuerdo salarial que corrija estas deficiencias y ligue el sueldo al IPC a futuro, antes de reformar la profesión docente.
- La pérdida de poder adquisitivo es uno más de los muchos factores que contribuyen a la “Gran deserción” por parte del profesorado.a
Desde el 2010, el Índice de Precios de Consumo (IPC) estatal ha aumentado un 36,4 %, muy por encima del crecimiento salarial de los docentes, que apenas ha alcanzado un 14,5 % en promedio para todos los cuerpos docentes y territorios. Esto supone una pérdida de poder adquisitivo del 21,9 %, que es un dato que ya de por si puede asustar.

Sin embargo, se trata solamente de una foto fija de la situación actual, y una vez traducidos los datos porcentuales acumulados desde el 2010 a términos absolutos nos damos cuenta de que el impacto es devastador. Un par de ejemplos: con 15 años de antigüedad, en promedio para todos los territorios y niveles (A1 y A2), un o una docente ha dejado de percibir 58.160 € de media en todo el estado, que pueden llegar hasta los 83.075 € con 35 años de servicio.
Esto contrasta con lo que ocurre con otros sectores para el mismo periodo de estudio. Según la estadística Mercado de Trabajo y Pensiones en las Fuentes Tributarias de la Agencia Tributaria, los sueldos se han revalorizado un 30,4 %. Los datos que arroja el Ministerio de Trabajo y Economía Social acerca de los convenios colectivos se sitúan en un incremento del 30,7 %. Así mismo, el salario mínimo interprofesional ha experimentado una subida del 79,1 %.
A comienzos de este 2025, el Gobierno anunciaba, tras un pacto con los sindicatos CCOO y UGT, una subida adicional del 0,5 % para los docentes, que se sumaba al incremento del 2 % ya aprobado para 2024. Esta subida salarial solamente podemos calificarla como de completamente insuficiente, y en ningún caso compensa el deterioro económico sufrido durante los últimos años.
La clave del problema radica en que las subidas salariales no han estado vinculadas al IPC, lo que ha generado un desfase creciente entre los ingresos del profesorado y el aumento del coste de la vida, especialmente desde el 2010, verdadero punto de inflexión consecuencia de la crisis económica
A esto se suma la pérdida de pagas extraordinarias que ya denunciamos y exigimos que se recuperaran íntegramente al Gobierno a través de la Confederación Intersindical – STEs. La Ley 30/1984 establecía que las pagas extraordinarias debían equivaler, como mínimo, a una mensualidad completa de sueldo y trienios. Sin embargo, con la crisis de 2008, el Real Decreto-ley 8/2010 redujo su cuantía en torno a un 40 %, un recorte que aún persiste y que se traduce en una cuantía de hasta 18.344 € desde entonces dependiendo de la antigüedad. Mientras tanto, los trabajadores del sector privado han seguido percibiendo sus pagas íntegras.

El personal público ha ejercido un gran papel en la recuperación del país tras aquella crisis: con bajadas de sueldos tras la crisis; con un «préstamo obligado» al Estado tras la supresión de la extra de Navidad de 2012 (que fue devuelta años después sin intereses); sin mencionar su especial contribución durante la pandemia.
Por ello, el Gobierno debe revertir la situación a través de un nuevo acuerdo salarial, que en primera instancia elimine ese 21,9 % de pérdida de poder adquisitivo, para después ligar el sueldo a las variaciones del IPC.
La pérdida de poder adquisitivo (PPA) del estudio que presentamos hace referencia a cifras en bruto, por lo que habría que aplicarle las deducciones que en cada caso correspondan, que pueden variar entre el 8 y el 30 % (IRPF, Seguridad Social, Muface, etc.).
A la hora del cálculo, asumimos las siguientes hipótesis:
1) Se considera que hay pérdida de poder adquisitivo solamente desde 2010, que también es cuestionable, pero por simplificar se ha fijado como origen.
2) Se cuenta con todos los trienios y sexenios correspondientes en función de la antigüedad.
3) No se incluye ningún complemento por cargo (equipo directivo, jefatura de departamento, etc).Por último, acerca de la reforma de la profesión docente que plantea el Ministerio de Educación, FP y Deportes, que desde STEs y SUATEA ya denunciamos en su día, y que ya ha comenzado a negociarse, queremos dejar claro que la carrera profesional que pretenden implantar y la posible revisión de los sueldos ligada a la evaluación docente, en ningún caso pueden compensar esta pérdida de poder adquisitivo. Primeramente hay que negociar una subida salarial digna antes de reformar la profesión docente. Si no es así, el profesorado de todo el estado seguiremos perdiendo poder adquisitivo.
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