Asturias impone un programa de refuerzo en lengua y matemáticas

Asturies impone un programa de refuerzo en lengua y matemáticas sin más enseñantes, ni desdobles ni reducción de ratios

El pasado jueves 6 de febrero, en reunión telemática mantenida con el director general David Artime, los equipos directivos de 36 centros de Primaria y 25 de Secundaria fueron informados de que, debido a sus bajos resultados en las pruebas de diagnóstico de competencia lingüística y matemática, la Consejería les iba a imponer la participación en el “Programa de Cooperación Territorial de Refuerzo en Competencia Lectora y Matemática”, impulsado por el Ministerio de Educación. 

Este programa no es más que la concreción de un anuncio que hizo el presidente Pedro Sánchez en enero de 2024 acerca de la intención de dicho Ministerio de destinar unos 500 millones a mejorar la competencia en lengua y matemáticas del alumnado con peores resultados en pruebas diagnósticas. Nuestra sorpresa ue mayúscula cuando nos enteramos de que la intención de la Consejería de Educación no es ni reforzar ni contribuir a que se hagan desdobles para poder dedicar una atención más personalizada al alumnado con bajos resultados. Se va a contratar profesorado, sí, pero no va a haber más enseñantes. 

Por el contrario, el surrealista plan diseñado por la Consejería asturiana es el siguiente: se va a dotar a cada uno de esos centros con un o una docente más a media jornada (en los colegios, la plaza tendrá perfil de Primaria; en los IES, perfil de lengua o matemáticas), pero su función será sustituir al profesorado titular, que dedicará estas horas de “liberación” a participar en una formación para contribuir a que su alumnado mejore en dichas competencias. Después, siguiendo el modelo de “formación en cascada”, estas personas tendrán que formar a sus compañeros del claustro, así como entrar clase por clase “asesorando” y “aconsejando” sobre metodologías y actividades que solucionen los problemas señalados. Algunos equipos directivos plantearon en dicha reunión qué pasaría si ningún profesor o profesora quisiera asumir esa tarea, a lo cual se respondió que sería el Equipo Directivo quien debería asumirlo, y que, además, no habría reducción horaria si se diera este caso. Así mismo, recordaron a los equipos directivos que, en su labor de liderazgo, sabrían buscar maneras de “invitar” y “arrastrar” al profesorado a hacerlo. 

Nos parece gravísimo especialmente en el caso de la etapa de Primaria, donde se les va a quitar a grupos enteros a su tutor/a, que es la persona de referencia para todo, no solo en lo académico sino también en lo emocional. Por si fuera poco, esto va a acarrear más burocracia para ese profesorado “elegido”, que deberá elaborar un plan en el que analice las causas de los bajos rendimientos y proponga medidas de mejora. 
Desde SUATEA denunciamos la imposición de dicho programa pues, además de no contar con la opinión de los claustros de los centros, responsabiliza, una vez más, al profesorado de los malos resultados obtenidos por el alumnado en las pruebas de diagnóstico. Exigimos que el dinero público se destine a contratar más profesionales, de tal manera que se puedan reducir ratios a través de desdobles. El profesorado tiene la formación suficiente; lo que necesitamos en estos centros que presentan peores resultados son grupos más pequeños, atención individualizada, y que se redoble la inversión en especialistas en atención a la diversidad.