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Aportaciones al documento “Orientaciones para la preparación de planes de contingencia para el curso 2020-2021”
La pandemia ha puesto de manifiesto como las desigualdades sociales afloran especialmente, entre otros, en el ámbito educativo. Las clases a distancia tienen una limitación y, en ningún caso pueden sustituir de manera permanente la actividad lectiva presencial. A pesar del extraordinario esfuerzo realizado principalmente por profesorado y alumnado, pero también por las administraciones educativas y por el conjunto de la sociedad a través de las redes de apoyo, las limitaciones que suponen la falta de medios tecnológicos adecuados en una parte del alumnado y la falta de sociabilidad que supone la enseñanza a distancia, hacen que ésta haya supuesto una buena solución improvisada a un problema no previsto, pero -en ningún caso- puede plantearse como sistema habitual para desarrollar la actividad académica.
Es por ello que consideramos que se deben realizar todos los esfuerzos necesarios para que, siempre que la situación sanitaria lo permita, la actividad lectiva deba desarrollarse de modo presencial, asegurando la salud de todo el personal que asista al centro. Al final en pdf incluimos el documento que nos presentó el MECyFP.
- Organización escolar adaptada a la pandemia
1.1- Habría que incluir la reducción de ratio. Las informaciones actuales nos hablan de las diferentes maneras con las que enfocan las distintas Consejerías de Educación el número de alumnado que puede permanecer al mismo tiempo en el aula. Mientras Cataluña señala un límite de 12 en infantil y primaria y 15 en Secundaria, la Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid, según las previsiones del periodo de matriculación iniciado el pasado martes, elevará al máximo las ratios en algunos centros suprimiendo las aulas menos numerosas, como ha hecho otros años, pese a que la vuelta a la actividad lectiva va a exigir todo lo contrario: una reducción de alumnado para garantizar la distancia física y evitar contagios. La planificación, sin embargo, no ha cambiado con respecto a otros años.
La reducción de ratio a un máximo de alumnos/as por aula menor al que establece la legislación actual, no puede ser una simple recomendación o una facultad que quede en manos de la voluntad de las administraciones educativas autonómicas. Será necesario concretarlo en una norma básica del Estado que con carácter potestativo homogeinice esta situación en todas las aulas de toda la red de centros educativos del Estado español.
1.2- Información y Formación
La información y sensibilización sobre las medidas de prevención de riesgo de contagio del virus debe ser una de las claves. Tal como se establece en el documento de la Secretaría de Estado de Educación es necesario formar al profesorado -principalmente a las personas encargadas de las direcciones de los centros- y a delegados y delegadas de prevención de riesgos.
1.3- Personas de especial vulnerabilidad
Habrá que prever que puede haber momentos en los que las personas especialmente vulnerables (enfermedades respiratorias, tratamientos de cáncer, inmunodeprimidas, etc.) puedan no acudir a los centros si la situación sanitaria así lo aconseja.
1.4- Personal sanitario especializado
Sería conveniente la presencia con carácter permanente de personal sanitario especializado en cada centro.
1.5.- En el caso de establecimiento de turnos (mañana/tarde) o alternancia en la actividad lectiva presencial (Tiempo en casa/tiempo en el centro educativo) habrá que hablar de las consecuencias que para la conciliación van a tener los distintos escenarios que estamos analizando, y las medidas que las diferentes administraciones deberían adoptar para abordar esta problemática. Es necesario aplicar políticas de coordinación entre las distintas Administraciones Públicas para que centros sociales, casas de juventud, bibliotecas públicas, etc. puedan atender al alumnado que no le toque ir al centro.
- Programación didáctica de cursos y áreas
La “Adaptación de los currículos y las programaciones de los cursos, áreas y materias para prestar especial atención a los saberes y competencias fundamentales y para recuperar los déficits ocasionados” que señala el documento del Ministerio es otra exigencia ineludible para el próximo curso. El inicio de curso debe ir acompañado de una detección inicial de las necesidades educativas de cada alumna o alumno, tras la suspensión de la actividad lectiva presencial desde mediados de marzo. Ha de tenerse en cuenta la importancia de la recuperación física y emocional, tanto del alumnado como del profesorado, tras la experiencia de estos últimos meses. Realizada la evaluación personalizada de las necesidades educativas de cada alumno y alumna -proceso en el que es vital la intervención de los equipos de orientación, que deberán ser reforzados- el apoyo del profesorado especialista debe ir acompañado de una revisión del currículo para adaptarlo a las necesidades de cada alumna y alumno.
- Dotación tecnológica
Consideramos necesario contemplar ayudas o becas tecnológicas, de tal manera que el alumnado que lo precise (con Informe que justifique la necesidad, elaborado por parte de la tutora o tutor, Orientadora u Orientador y Equipo Directivo) disponga de un equipo informático acorde con las necesidades de cada escolar. Con prestaciones adecuadas para que el alumnado más desfavorecido no se vea penalizado por equipos lentos, de pantallas pequeñas, procesadores antiguos, falta de impresora.
Del mismo modo es necesario aportar soluciones de conectividad, con unas prestaciones adecuadas, que permitan desarrollar correctamente las actividades que se propongan.
- Plan de refuerzo de la competencia digital
Es necesario potenciar la figura del docente coordinador TIC en cada centro, que se le dote de dedicación horaria efectiva en su horario lectivo, así como del material técnico necesario, coordinación y contacto permanente con los responsables de la Unidad Técnica de Informática de su Consejería de Educación.
La posibilidad de un nuevo confinamiento que nos lleve -otra vez- a un escenario de teletrabajo, requerirá de normativa que regule las condiciones laborales de esta modalidad de trabajo. Entendemos que durante el tiempo que se ha tenido que improvisar esta modalidad no ha habido posibilidad de regular laboralmente esta situación; pero es impensable el encarar un nuevo curso con ausencia de normativa específica al respecto.
- Plan tutorial para la actividad lectiva a distancia
Según nuestras estimaciones, más del 20% del alumnado no ha seguido la actividad lectiva a distancia que se ha desarrollado desde marzo, con la entrada en vigor del estado de alarma. Una parte de ese alumnado se ha “descolgado” al no disponer de la adecuada dotación tecnológica y, en ese caso, habría de hacerse efectiva la propuesta que señalamos en el punto 3.
Pero también hay un porcentaje de desconexión debido a otras causas de tipo social, cultural o familiar. Por eso es imprescindible, en primer lugar, saber quién no ha completado el curso y establecer el plan necesario para que -en caso de vuelta a un escenario de enseñanza no presencial- esa situación no se vuelva a repetir.
Planes de contingencia del Gobierno para el curso 2020-21
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