Manifiesto 1 Mayo Asturias 2020

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PASADO Y PRESENTE

En 1886 la clase trabajadora fue masacrada por reivindicar la jornada de 8 horas. En su memoria y la de todas las personas que luchan por una sociedad más justa e igualitaria celebramos el Primero de Mayo. Desde entonces hasta hoy hemos conocido diversas épocas y en la actualidad tenemos poco que celebrar.

Queremos manifestar en primer término nuestro recuerdo y respeto por las víctimas de esta pandemia que nos asola, así como mostrar nuestro apoyo y solidaridad con toda la clase trabajadora, muchas y muchos en la más absoluta precariedad, que se ha mostrado determinante en la lucha contra la enfermedad y en el mantenimiento de todos los servicios esenciales.

El pasado 30 de enero salíamos a la calle por la garantía y defensa del Sistema Público de Pensiones, Sanidad, Ayuda a Domicilio, Servicios Sociales y Escuela Pública. Exigíamos garantizar todos estos servicios y la vuelta a manos públicas de todo lo privatizado.

La realidad del presente reafirma nuestras exigencias: no podemos consentir que sigan haciendo, con nuestra salud y nuestras necesidades y cuidados, un negocio privado.

Que en una situación de emergencia sanitaria como en la que nos encontramos las instituciones que integran los estados hayan sido incapaces de activar los recursos necesarios para fabricar y suministrar algo tan básico como batas, mascarillas y demás material muestra el insoportable nivel de deterioro al que hemos llegado por la sucesiva aplicación de políticas neoliberales que han priorizado el beneficio económico de unos pocos por encima de las necesidades vitales de las personas. La sociedad civil debe reaccionar y ser absolutamente intolerante con estas prácticas, impidiendo la mercantilización de servicios que deben ser exclusivamente de dominio público.

RENTA BÁSICA

La clase trabajadora ha sido castigada en sucesivas crisis por el desempleo y la precariedad, y todos los datos apuntan a que se avecina una difícil coyuntura económica.

Es inadmisible que la situación por la que estamos pasando la tengamos que pagar única y exclusivamente los de siempre. Las personas que carezcan de recursos no pueden quedar relegadas y, cuando menos, deben tener garantizados un techo y unos ingresos mínimos que les permitan alimentarse y cubrir sus necesidades básicas, por lo que es absolutamente necesaria la puesta en marcha de una Renta Básica sin la menor dilación.

DESPÚES DE LA CUARENTENA

Tal vez muchas personas se pregunten cómo será el día después del confinamiento. Independientemente de que sea más o menos espaciado en el tiempo, la sociedad civil no puede tolerar que las cosas continúen igual, como si no hubiera pasado nada. Pasa ahora y ha pasado durante décadas, y lo que en estos momentos ocurre, agudizado por la pandemia, es una muestra del dejar hacer, de dejar que otras y otros, una minoría, decida por todas y todos. Es hora de cambiar esa dinámica, es hora de movilizarse y asumir nuestras responsabilidades como clase trabajadora.

El deterioro de las instituciones resulta alarmante frente a las presiones de los poderes económicos y los intereses del capital. Resulta preciso sumar fuerzas para movilizarnos y establecer estrategias para organizar un frente común en defensa de todos los servicios públicos, trabajando en la erradicación de las irracionales prácticas de un sistema que prioriza la economía sobre la vida.

El capitalismo tiene que dejar de campar a sus anchas en este espejismo de sistema democrático en el que vivimos, donde la clase trabajadora no para de perder terreno y en el que cada vez hay más personas que viven en la exclusión, con escasas o nulas posibilidades de que sus vidas mejoren. Tenemos que estar preparados, tenemos que rebelarnos.

Desde aquí hacemos un llamamiento para que cuando este confinamiento finalice volvamos a las calles a defender una salida social para toda la clase trabajadora frente a los diferentes poderes económicos y una extrema derecha que siempre se beneficia de las épocas de miedo e incertidumbre. Esta salida no puede obviar el estado de emergencia climática y ambiental en el que nos encontramos y en ningún caso puede ser a costa de continuar sobreexplotando y contaminando el planeta.

Es necesario otro sistema y las clases trabajadoras tienen que participar activamente en su construcción, tejiendo redes de solidaridad y autogestión para luchar contra quienes se lucran con nuestra salud y contra quienes nos quieren instalados en la precariedad para mayor lucro a costa de nuestro trabajo.

¡Viva el 1º de Mayo! ¡Viva la Clase Trabajadora!

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