Informe Mesa Sectorial de Educación 18 mayo

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INFORME DE MESA SECTORIAL

18 de mayo 2020

En la mañana de hoy, 18 de marzo, se ha celebrado la Mesa Sectorial de Educación. Previamente, la Administración nos envió un borrador de Instrucciones para la desescalada en el ámbito del personal docente de los centros públicos dependientes de la Consejería de Educación, supuestamente como documento para negociar. Desde SUATEA planteamos un rotundo rechazo a las actuaciones de la Consejería y al borrador presentado:

Por una parte, planteamos nuestra queja rotunda porque se ha convocado la Mesa Sectorial y nos ha enviado un borrador de Instrucciones que llegan demasiado tarde, pues sabemos que no va a haber negociación porque está todo decidido. De hecho, previamente habían explicado la desescalada a los centros concertados y a los comités de directores y directoras de los centros educativos públicos, todo ello sin contar con la negociación en Mesa sectorial con los sindicatos de la enseñanza pública. Es más, es importante destacar que se trata de una Mesa Sectorial que, ante el escandaloso silencio de la Administración, nos vimos obligados a exigir por registro todos los sindicatos el pasado 24 de abril, o sea, hace 25 días. Por cierto, habíamos planteado en la petición unos puntos a negociar que ni siquiera han sido incluidos en un orden del día para la reunión de hoy. Se ha cercenado el derecho a la negociación de las nuevas o extraordinarias condiciones laborales del profesorado en una situación tan crítica como la que vivimos.  De hecho, desde que se estableció el Estado de alarma el pasado 13 de marzo,  la administración convocó a las Organizaciones Sindicales a reuniones “informativas”, donde es verdad que pudimos exponer nuestras posiciones, pero siempre con la advertencia de que eran reuniones informativas y no de negociación.

Por otra,  en el borrador de Instrucciones se plantea la apertura de los centros educativos y la incorporación del profesorado para la docencia presencial cuando Asturias entre en la Fase 2 de desescalada, o sea, el 25 de mayo, en los siguientes casos:  2º de bachillerato, 4º ESO, el profesorado de enseñanzas profesionales para atender el desarrollo del módulo de proyecto en aquellos casos en que fuese necesario, el profesorado que sea designado para formar parte de los tribunales y comisiones, así como el profesorado especialista de los centros y de los equipos de orientación educativa y psicopedagógica.

El borrador de Instrucciones está plagado de inconcreciones, incoherencias y delega en los equipos directivos la responsabilidad de prácticamente todas las actuaciones:

  • Voluntario para el alumnado que así lo desee. No entendemos que el alumnado, menores de edad en muchos casos, decida cuándo y cómo quiere ir al centro y que ni siquiera se recoja que debiera haber cita previa. Sin entrar ni precisar más detalles, esto va a generar un descontrol mayúsculo. Tampoco sabemos si al que voluntariamente no vaya a clases presenciales, hay que atenderlo telemáticamente.
  • No especifica si el profesorado permanecerá en el centro únicamente el tiempo necesario para atender al alumnado, con el horario del curso o uno nuevo.
  • Se debe incorporar el profesorado tutor o tutora de 4º de ESO, con el objeto de organizar la atención educativa del alumnado, que se incorpore voluntariamente, que necesite algún tipo de refuerzo educativo. NO entendemos que significa esto ¿Solamente tutores/as? ¿Y quién les imparte los refuerzos? ¿Solamente quienes necesitan refuerzo? ¿Quién lo decide?
  • Se carga con demasiada responsabilidad a los equipos directivos, que deberán decidir quiénes tienen que incorporarse e incluso podrán decidir realizar las evaluaciones finales de forma presencial. Entendemos que no se puede delegar en los equipos directivos la responsabilidad y toma de decisiones sobre una asunto tan delicado. Ello puede ser fuente de conflicto dentro de los claustros y dar lugar a diferentes actuaciones según cada equipo directivo y centro. Es cargarles con demasiada responsabilidad ante la inhibición de la Consejería. Además, deben organizar los espacios, las entradas y salidas, etc.
  • En cuanto a las repercusiones que la docencia presencial puede tener en la salud laboral y en los riesgos para la salud, hemos manifestado nuestro rechazo a que los equipos directivos deban proveer de medidas y medios de protección a la comunidad educativa, cargando a los presupuestos de los centros, ya de por sí son exiguos, la compra de mascarillas, guantes, EPIs, etc. Tampoco se contempla que los centros tengan  un registro de las personas que entran en el centro, absolutamente necesario en caso de contagio.

Estamos ante la crisis sanitaria más grave que hemos vivido y que de forma directa ha afectado a la comunidad educativa, una situación que ha obligado a cerrar los centros educativos y al profesorado a afrontar la docencia a distancia en unas condiciones laborales totalmente transformadas y truncadas, cambios que han supuesto un esfuerzo extraordinario para atender y dar respuesta a todo el alumnado durante el último trimestre del curso con sus propios medios (ordenadores, conexión a internet,etc.). En todo este tiempo el profesorado ha mantenido una actitud encomiable, colaboradora, ejemplar y de entrega y, ahora, cuando ya están organizados y han asumido todos los cambios, han modificado sus programaciones y han reorganizado su vida, se les obliga a volver a los centros, a poner en riesgo su salud y la de los suyos, para ofrecer una enseñanza a la carta al alumnado que así lo decida y, al que no quiera ir al centro, el profesorado estará obligado a atenderlo a distancia. La jornada laboral se incrementará todavía más, los problemas y dificultades para ejercer la docencia se duplicarán, pero la Consejería mira para otro lado y hace oídos sordos a las quejas del profesorado.

Desde SUATEA, una vez más, defendimos que no se retome la docencia presencial hasta septiembre en todos los niveles educativos. Una vuelta a la actividad lectiva conlleva más riesgos que beneficios y es una medida imprudente, incluso temeraria, porque no podrá garantizar la salud de la comunidad educativa, y por extensión, de toda la ciudadanía. La apertura de las aulas para tres o cuatro semanas no aporta nada porque el profesorado ya está organizado ejerciendo docencia a distancia, ya está readaptado, ya ha modificado sus programaciones y su forma de trabajo y así debería seguir durante el tiempo que queda para finalizar el curso.   

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